martes, 6 de noviembre de 2012

#plebiscitarelcastrismo, ahora más que nunca


Las cifras sobre las votaciones efectuadas el pasado domingo 21 en Cuba, ---las que se citan en este análisis pues no hay otra fuente--- parecen decir que hubo un comportamiento contradictorio de la población. Sin embargo, nada de lo que asevera el oficialismo --no  encuentro otras palabras para calificar la intención castrista-- puede catalogarse de contraproducente porque lo que acaba de ocurrir no es ni más ni menos que un acto de desobediencia civil en las urnas, algo que ha venido ocurriendo en los últimos años en respuesta a la situación que vive el país bajo el mando de un grupito de octogenarios guerrilleros que llevan 53 años en el poder.

Los cubanos que no votaron (8,1 % de los electores empadronados) lo hicieron bajo el concepto de que en Cuba las elecciones solo favorecen al régimen y creen que no es necesario participar en una contienda electoral en la que se conoce de antemano al ganador.

Los que participaron y dejaron la boleta en blanco o la anularon -- 1.161.431 personas (9,3% de los votos)-- lo hicieron porque están hartos de que pisoteen sus derechos y en protesta por un sistema electoral que no es libre ni democrático.

Como he dicho, en reiteradas ocasiones, participar en las votaciones no es un modo de legitimar al régimen, ni hacerle el juego, sino el marco propicio para castigar al candidato castrista, pilar sobre el que se sostiene la dictadura, y computar el descontento ciudadano para plantear un cuestionamiento a fondo del sistema político.  

Hasta hoy no había habido un consenso entre los diferentes sectores de la sociedad y el exilio cubano sobre la necesidad de reformar las estructuras, las dinámicas y el funcionamiento del Poder Popular en la isla. En los últimos tiempos se han organizados diferentes eventos y se han propuestos diversas iniciativas, casi todas encaminadas a transformar el proceso electoral y la actual Constitución por considerarse disfuncionales políticamente.  

La mayoría de los cubanos están claros en este asunto y no se resignan a esperar porque el grupito secuestrador libere a los secuestrados --en este caso el Estado y sus instituciones-- y plantean el ejercicio ciudadano como la manera más viable para lograr que se respeten los derechos.    

La esfera pública es el Talón de Aquiles de la sociedad cubana, de ahí que aprovechar el marco electoral para protestar civilizadamente, tarde o temprano, conducirá a que la cúpula gobernante tenga que atender a los reclamos de la ciudadania, que nunca se contentará con la situación actual.

El próximo domingo 28, mil 410 circunscripciones irán a una segunda vuelta. En esos distritos ningún candidato obtuvo más del 50% de los votos válidos emitidos y se espera que no lo obtengan tampoco porque la población esta dispuesta a anular las boletas y llevar el proceso hasta las últimas consecuencia.

Todo lo que ha pasado ya es historia y lo será también lo que acontezca en estos 4 días que restan para que se efectuén estos comicios.

El día que se plebiscite oficialmente el régimen y se establezca la democracia en suelo patrio concluye #plebiscitarelcastrismo. Estamos ante una tarea impostergable a la que debemos de acudir todos los cubanos.

#plebiscitarelcastrismo, ahora más que nunca.

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