viernes, 4 de febrero de 2011

Ciudadano vigilante


En cualquier lugar del mundo hoy en día hay que hablar de participación y cultura ciudadana como también de disciplina y civismo. Las personas no pueden estar ajenas a algo que le es vital para la vida.

Los gobiernos dicen que el pueblo es el que manda, pero todo el mundo sabe que quien manda es la cúpula gobernante y sus acólitos, en definitiva los que ostentan los poderes públicos que se erigen por encima de todo. Por lo tanto no hay caso o equívoco de cómo debe plantearse el asunto en términos políticos: la esencia de la gestión cívica es el empoderamiento ciudadano y las demás tareas constituyen cuestiones complementarias.

Digamos sólo tres cosas: en el ámbito de los derechos hay que trabajar concienzudamente y ser pragmáticos en la enseñanza de los mismos, es lo primero; segundo, priorizar los recursos a acciones concretas que conlleven al ejercicio del poder y finalmente estar presente en las políticas públicas.