miércoles, 28 de mayo de 2014

Del cero al infinito: Derechos Humanos, Cambio y Transición democrática en Cuba

José Gabriel Ramón Castillo en la inauguración del espacio "Aviso Ciudadano" en el emblemático Restaurante Versailles
“Cuanto se haga por cambiar el sistema político cubano actual no sirve de nada, no logrará nada; no vale ni siquiera la pena porque el régimen castrista no va permitir ningún cambio ni lo va a realizar nunca, esto no lo cambia nadie”, estas palabras recurrentes en el cubano de a pie reflejan un fenómeno sociológico conocido como impotencia política, sin dudas el mayor obstáculo que tiene ante sí la idea del cambio democrático en la isla.

Sin embargo, matemáticamente hablando, esta auto provocada incapacidad política para producir las necesarias transformaciones democráticas es directamente proporcional a los deseos de cambio de las personas, necesidad basada en la precariedad de la vida, las trabas a la iniciativa privada, la falta de libertades y derechos y la permanencia en el poder de una gerontocracia resistente a cualquier cambio democrático; acuciantes problemas que los cubanos  pueden resolver si pudieran ejercer libremente sus derechos humanos, especialmente el de la libertad de expresión y reunión pacificas proscritos constitucionalmente.