El disidente Eliécer Ávila y la
bloguera Yoani Sánchez
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Las cogiocas se cuentan por decenas y están en los centros de mayor influencia de la diáspora y el exilio cubano. Precisamente, estamos en un momento muy creativo cuanto se promueven desde las distintas tendencias políticas, e incluso desde las organizaciones históricamente procastristas, entidades civilistas con variados propósitos. En Cuba, sin embargo, ocurre todo lo contrario la oposición democrática tiende a homogeneizarse y monopolizarse, lo que puede resultar peligroso para su sobrevivencia.
Con esto de los subvén en diversas partes del mundo hay entidades “muy interesadas” en terminar con el despropósito castrista anquilosado en el poder hace poco más de cinco décadas. En Argentina, Noruega, Finlandia, Suecia, Suiza, Alemania, República Checa, Polonia, Francia y España se proyectan iniciativas para ir a la Isla a enseñarles a los cubanos cómo hacer una Primavera de Terciopelo, referente a la transición checa, o cómo usar una novísima tecnología de acceso al ciberespacio.
El periódico digital Diario de Cuba, un desgaje de Cuba Encuentro constituido en el verano del 2010, logró, en tiempo record, obtener cuantiosas subvenciones provenientes de la Agencia Española para el Desarrollo Internacional, la Comunidad de Madrid y la National Endowment for Democracy (NED), entre otras, posibilitando a sus “flamantes” directivos participar en numerosos eventos mundiales sobre libertad de expresión.
En Diario de Cuba hay muchas causalidades no casualidades ¿No es muy sospecho que potencie estados de opinión concesionarios a la dictadura? ¿Por qué publica solamente y le sirve de tribuna a los ultras moderados, la llamada oposición “light” y “pala”? ¿Qué pasa que no le da cobertura informativa al “Llamamiento al Plebiscito Nacional Cubano?
Los medios comunicativos subvencionados, sin prioridad alguna, deben estar al servicio de la oposición y ser objetivos y transparentes, máxime cuando los cubanos rechazan el oportunismo político y están cansados de la demagogia.
Sépase que la gente quiere saber qué pasa en las interioridades de las organizaciones opositoras. Es su derecho a la información, una información que no debe estar sesgada ni manipulada por nadie.
Por lo que sucede actualmente, el criterio generalizado es que los demócratas cubanos han perdido el rumbo. Y, en cierto modo, es así porque la lucha por la libertad de Cuba se ha convertido en una carrera tras los recursos y subvenciones.
Los verdaderos opositores le han cogido el “gusto” al papel de “caja de resonancia” de la oposición interna, los oportunistas y vividores están haciendo zafra mientras la dictadura castrista saca provecho al socavar la moral de los luchadores y meter mierda por todas partes. O, ¿acaso hemos olvidado la “huelga de hambre masiva”, en septiembre del pasado año, por la detención injusta del desconocido contestatario Jorge Vázquez Chaviano, que terminó siendo una falta de respeto a la inteligencia de las personas? ¿Quién no recuerda cómo se manipuló a Reina Luisa Tamayo cuando la huelga de hambre de su hijo Orlando Zapata Tamayo, que terminó con su muerte, y luego se aprovecharon del dolor de esta madre para enfrentarla a la dictadura, dejándola a su suerte cuando terminaron de usarla en los cabildeos político, como se ha hecho con otros disidentes y opositores echados a un lado cuando han llegado al exilio?
En el 2010, el entonces jefe de comité senatorial de Relaciones Exteriores del Congreso de los EE.UU., John Kerry, interpuso un veto a la subvención de actividades de la oposición democrática en Cuba. La medida fue criticada fuertemente por los beneficiarios de las ayudas norteamericanas (Records de subvenciones de la National Endowment for Democracy). Calificaron a Kerry de no se sabe cuántas cosas, hasta de proscastrista, y si no se pone fin a la suspensión hubiese sido fusilado mediáticamente.
Lo cierto es que el dinero del contribuyente norteamericano se emplea más en operaciones políticas fuera de la Isla y proyectos insustanciales que en promover la transición democrática del régimen.
Probablemente, en estos momentos, el ahora Secretario de Estado John Kerry esté dando los nuevos pasos en la política norteamericana hacia Cuba. Recientemente, un grupo de académicos cubanos y estadounidenses prepararon más de 20 recomendaciones a sus gobiernos para establecer espacios de confianza que puedan llevar a la normalización de las relaciones bilaterales.
El panorama no es nada halagüeño para los que están viviendo de las cogiocas y poco aportan a la democratización del régimen castrista. Si no cambian de política y se involucran seriamente en la democratización están en el camino de desaparecer.
Ahora que el régimen cambió la política migratoria y hasta los opositores pueden salir y regresar a la Isla, me voy a Cuba. Van conmigo mis más cercanos colaboradores y vamos a trabajar a favor de los cambios democráticos y a promover el Plebiscito Nacional Cubano.
Si, realmente, se quiere lograr la transición democrática la oposición está abocada a ganar credibilidad y capacidad de convocatoria actuando resolutivamente.
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