miércoles, 27 de marzo de 2013

El Prontuario Ciudadano: un plan plebiscitario para Cuba sobre soberanía ciudadana


En la Primera Proclama de la Plataforma Ciudadana por el Plebiscito Nacional Cubano dirigida a la nación
cubana se plantea que “El pueblo cubano vive bajo la opresión y el castigo político de un régimen despótico, dictatorial y tiránico que ha usurpado la soberanía ciudadana y atenta contra la dignidad humana”.

La mayoría de los cubanos están convencidos de que el sistema político actual no funciona ni resuelve sus problemas (por el contrario los ha incrementado) y que opresivamente pondera a una sola ideología, el castro-comunismo, un proyecto fracasado que hay que cambiar resolutivamente.

Pero, ¿cómo se deben producirse los cambios para evitar traumas y sacrificios innecesarios a una nación que tiene abierta las venas y se desangra por todas partes?  Aun cuando hay lugares en el mundo donde la violencia podría decidir los destinos de la humanidad, la lucha armada ya no es partera de la historia como tampoco pueden continuar impunemente en el poder los que reprimen a los que ejercen sus derechos humanos.


Hoy en día, toma fuerza la actitud digna y decorosa del ciudadano, que empoderadamente transforma el entorno político. Vivimos tiempos nuevos signados por la acción ciudadana de una manera civilizada y coherente.

En reiteradas ocasiones he planteado que en la lucha cívica no-violenta cubana los esfuerzos y recursos deben estar dirigidos a transformar el componente político del sistema castrista y nada mejor, y lo más aconsejable, que se dediquen a la consecución de una consulta en las urnas en la que la nación cubana decida sus propios destinos.

Evidentemente no hay otra opción para producir los cambios. Máxime cuando la Constitución está políticamente blindada y no existe una ley de participación ciudadana en la que los cubanos puedan ampararse para cambiar la situación actual.

Los cubanos tienen el legítimo derecho de convocarse a sí mismos y realizar los cambios pertinentes en las leyes, como plantea el Plebiscito Nacional Cubano, una consulta sobre soberanía ciudadana, basado en la jurisprudencia internacional.      

El PNC proyecta la cuestión de si los cubanos pueden tener o no la facultad de cambiar la Constitución y establecer una Asamblea Constituyente que dote a la nación de una Constitución democrática.

Estamos llamados a producir las transformaciones democráticas como una inevitable necesidad biológica e histórica de la nación para la prorrogación indefinida en el tiempo. Es una gigantesca tarea con disimiles y enormes obstáculos en contra, pero no será algo imposible de lograr y se llevará adelante con la sabiduría y la decisión de los cubanos demócratas y amantes de la libertad y el progreso.

La modernización de la sociedad cubana tiene a su favor la coyuntura política actual. La comunidad internacional y los gobiernos de la región, sobre todo los elegidos democráticamente, observan atentamente al régimen castrista y le han pedido iniciar un proceso transformador. Está muy claro que a la larga la virtud cívica se impondrá definitivamente en Cuba y los cubanos ocuparán un lugar cimero en la historia.

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