Benedicto XVI y Juan Pablo II |
¿Actuó correctamente el cardenal Jaime Ortega al pedir la intervención del régimen para resolver una situación que sabía que podría suceder y concerniente únicamente a su potestad? ¿Por qué algunos disidentes criticaron la audaz acción de Los Trece? ¿Qué hubiera ocurrido si los opositores más conocidos se hubiesen unido al reclamo de los que ocuparon el recinto cristiano?
Estas interrogantes girarán mucho tiempo en las mentes de los cubanos, máxime cuando la dictadura no cesa la represión a los opositores pese a los pedidos de decenas de personalidades e instituciones internacionales que se han pronunciado al respecto.