Que le digan a un cubano que José Martí fue un “loco peligroso” como lo catalogó el Capitán General español Ramón Blanco y Erenas o que Diego Velázquez, el Adelantado conquistador, “merece ser recordado como civilizador u oír decir que Ignacio Agramonte sembró la semilla de la violencia revolucionaria, con su carga a degüello, sin duda que le provocaría cierta confusión por lo conocido hasta ahora sobre estas personalidades históricas.Ese Martí diferente se encuentra en Hispanocubanos, un compendio biográfico–ensayístico sobre destacados personajes que han influido en la historia de la humanidad, escrito por el historiador español José Luis Prieto Benavent.
