En Cuba no habrán cambios, no habrá libertad, no habrá democracia y el régimen llevará a vías de hechos sus previstas enmiendas a la Constitución, (y hasta nos podría legar una “Carta Magna” refrendada) acompañada de una nueva ley electoral y una legislación de asociación acorde a sus intereses, mientras no se haga lo que hay hacer en estos momentos. Las cosas continuaran iguales puesto que no se puede pretender cambiar un régimen despótico, dictatorial y tiránico haciendo las mismas cosas de siempre o lo que es peor pedirles transformaciones democráticas a quienes ostentan el poder hace poco más de cinco décadas y no tienen voluntad de cambio alguno.
El régimen castrista es irreformable e inconsensuable, lo establece la constitución que le da vida, por tanto plantear un plebiscito para cambiar la ley, ir de la ley a la ley, aunque parezca muy acertado no deja de ser un dislate mayúsculo y una pérdida de tiempo enorme.
Cuando lanceé la idea del Plebiscito Nacional Cubano en el seminario "Cuba: Vísperas de Libertad", coauspiciado por la Fundación Hispano Cubana y el Gobierno de la Comunidad Valenciana, en diciembre 2010, en la ciudad española de Valencia, le recordé a mis hermanos de causa que los tiempos cambiaron y había que acogerse a las nuevas circunstancias políticas.
Repito la Constitución cubana actual, en la práctica un reglamento del Partido Comunista de Cuba por ser el órgano rector de la sociedad cuba, no es reformable ni consensuable pues no permite cambiar la parte política.
El Plebiscito Nacional Cubano o Plebiscito Constituyente de Cuba es un plan nacional de emergencia cívica, en el que cientos de miles de cubanos cifran sus esperanzas de cambios en la isla.
El Plebiscito Nacional Cubano es la solución definitiva a la problemática cubana actual, vista en la falta de legitimidad del régimen y en la carencia de soberanía ciudadana usurpada por espacio de 56 años de la cúpula gobernante en el poder.
El Plebiscito Nacional Cubano no se basa en la Constitución ni pretende cambiarla, simple y llanamente propone dejar sin efecto este engendro legislativo y en su lugar establecer una Carta Magna, fundamentada en la Declaración Universal de los Derechos Humanos y las normas internacionales mundialmente reconocidas, en la que estén expresados los principios de libertad, derecho, igualdad y justicia social, elaborada por un Asamblea Constituyente constituida por todos los factores sociales y humanos de la nación cubana
El Plebiscito Nacional Cubano es una tarea descomunal, pero no imposible de realizar. Apóyalo y lo verás.
Cuba, Libertad y Democracia
José Gabriel Ramón Castillo
Chairman
EMPOWER
Plataforma Ciudadana por el Plebiscito Nacional Cubano
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