Las recién finalizadas votaciones en Cuba estuvieron cargadas de emotividad porque desde el exilio lanzamos la campaña plebiscitar el castrismo, consistente en un llamamiento a la desobediencia civil en las urnas y dentro de Cuba hubo un llamado denominado "Una acción afirmativa por la democratización", en franca petición de cambios democráticos, contenido en una convocatoria a escribir la letra D en la boleta electoral.
Los llamamientos fueron prácticamente desoídos por los grupos y opositores más conocidos, sólo los partidarios de una u otra iniciativa se mantuvieron fieles a los respectivos llamados y con escasos medios y recursos exhortaron a la población a castigar al genérico candidato castrista y computar el descontento popular.
En las vísperas de las votaciones decenas de activistas y colaboradores de la Plataforma Ciudadana por el Plebiscito Nacional Cubano enviaron miles de mensajes a compatriotas en la Isla. Entre los enviados está éste que dice así: